Reflexiones | El próximo encuentro de think tanks latinoamericanos empieza a tomar forma. Se realizará entre el 11 y 13 de noviembre en Buenos Aires.
[Nota del editor: este artículo escrito por Victoria Amato, Coordinadora del III Encuentro Latinoamericano de Think Tanks].
Bajo el liderazgo de CIPPEC y con el acompañamiento de la Fundación Getulio Vargas (FGV), el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y el Programa sobre Think Tanks y Sociedad Civil de la Universidad de Pensilvania (Upenn), arrancaron los preparativos para recibir a los centros de pensamiento de la región que llegarán a Buenos Aires en noviembre próximo para participar de la tercera edición del Encuentro Latinoamericano de Think Tanks.
Se trata ésta de una iniciativa que aspira a convertirse en un evento obligado para los centros de pensamiento de la región que apunten a enriquecerse del debate regional y el intercambio de experiencias entre pares. Las dos primeras ediciones se realizaron en los años 2013 y 2014 en Rio de Janeiro, Brasil y fueron organizadas por FGV y Upenn. En el 2015 se suma CIPPEC como anfitrión y organizador principal del III Encuentro Latinoamericano de Think Tanks que tendrá lugar entre el 11 y 13 de noviembre en Buenos Aires.
El objetivo no ha cambiado. Una vez al año los centros de pensamiento de América Latina se reúnen para, en el marco de un programa de dos días, analizar los principales retos que enfrentan para acercar evidencia y conocimiento a las políticas públicas de sus agendas nacionales. Además de continuar el camino ya iniciado, el encuentro servirá como oportunidad para afianzar vínculos y lazos de cooperación entre instituciones pares fortaleciendo así a la comunidad de pensamiento latinoamericana ávida de mejorar la relación entre investigación aplicada y su capacidad de incidencia en las políticas públicas de sus países. Como telón de fondo, todo ello se desenvolverá en un contexto de escenario geopolítico cambiante e incierto en muchos aspectos, en el año del plazo de los objetivos del milenio y en la víspera de procesos electorales de gran trascendencia en varios países y con efecto dominó en el resto de la región.
Previo al gran evento regional, CIPPEC convocará a una jornada de diálogo con think tanks argentinas con el objetivo de debatir temas de política nacional. Al día siguiente, las aproximadamente 50 think tanks latinoamericanas invitadas debatirán su agenda de trabajo bajo un formato participativo y horizontal, pero también se enriquecerán del análisis de destacados expositores expertos en las distintas temáticas y observadores internacionales de renombre. La iniciativa del encuentro fomentará espacios de aprendizaje mutuo, la asistencia técnica entre pares y el análisis riguroso y comparativo de experiencias similares de think tanks en sus procesos de investigación para la incidencia. Muchas de las think tanks latinoamericanas convocadas se encuentran ranqueadas en el Índice Global de Think Tanks que publica cada año la Universidad de Pensilvania, el cual está integrado por los centros de pensamiento con más influencia en políticas públicas del mundo.
El escenario geopolítico de América Latina agitará sin duda el debate. Brasil se enfrenta a su crisis política y económica quizás más grave de su historia, cuyas consecuencias últimas no están claras aún pero que despiertan desde hace varios meses la preocupación de la comunidad regional que, por un lado mira azorada cómo el gigante capea la tormenta mientras espera y desea una salida institucionalmente sólida a la crisis. Dentro de este tema, otro punto a analizar será cómo está afectando o afectará esta crisis al lugar que ocupa Brasil en el grupo de las economías emergentes de los BRICS y su efecto colateral en las economías de la región? Otro gran tema del escenario geopolítico que se espera despierte interés será el incipiente restablecimiento de relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos y la recuperación de los vínculos diplomáticos entre ambos países. Se espera contar con el análisis de expertos de think tanks internacionales que siguieron de cerca este histórico proceso. Por último y devaluación del Yuan Chino mediante, el avance de los acuerdos comerciales entre China y América Latina y su impacto en el desarrollo económico de la región ocuparán también seguramente un lugar en la agenda.
Los desafíos para mejorar los niveles de equidad y desigualdad en la región analizados el año en que los países del mundo se fijaron como meta para cumplir los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio harán parte también parte de las discusiones. El Summit representará también una oportunidad para que las think tanks latinoamericanas presenten y analicen sus investigaciones sobre indicadores sociales y económicos y así poder identificar nuevas formas de incidencia en las políticas públicas efectivas que ayuden a alcanzar los 8 objetivos en materia de pobreza y hambre, mortalidad infantil, educación primaria y universal, salud materna, igualdad de género, sustentabilidad del medio ambiente, entre otros. Además, ¿cómo encuentra a los países de América Latina el 2015 de cara a una nueva agenda de desarrollo sostenible que consta de nuevos 17 objetivos?
Obstáculos y deudas pendientes en materia de gobernabilidad en América Latina. Otro gran tópico del Think Tank Summit. Se apunta a poder analizar fortalezas y debilidades de los gobiernos de la región en su rol de diseñadores, implementadores y monitores de políticas públicas efectivas y de calidad para los pueblos latinoamericanos. Se organizarán además paneles que traten otros temas de interés como: posibilidades y límites de cooperación entre los medios de comunicación y los centros de pensamiento para la difusión de investigaciones sobre temáticas de políticas públicas; la juventud en la construcción del conocimiento y su vínculo con el desarrollo en la región y el desarrollo de procesos electorales en la región. Es probable que no falte el análisis de las elecciones presidenciales en Argentina y Guatemala en el 2015, el resultado de las legislativas de El Salvador y México y el recambio legislativo pendiente para Venezuela en diciembre próximo.
Otra de las grandes metas del Summit apunta a consolidar el proceso, comenzado hace un par de años, de cooperación Sur-Sur con miras al fortalecimiento institucional de la comunidad de think tanks de América Latina por medio del análisis de buenas prácticas, el aprendizaje y el intercambio colaborativo. Entre otros temas, ¿cómo interrelacionan las políticas públicas con las nuevas tecnologías? El rol de la evidencia en la comunicación y el reto de desarrollar nuevas plataformas de investigación aplicada y otras prácticas innovadoras de integración del conocimiento.
Mientras la agenda se termina de definir y los participantes de confirmar asistencia, CIPPEC afina los detalles y preparativos de la cumbre de think tanks más trascendente a nivel regional, esperando que la misma afiance alianzas institucionales entre think tanks y cuyos resultados impacten positivamente en las agendas nacionales de desarrollo de América Latina.
